Camino
entre las sombras
de los árboles,
que un día me vieron nacer
y caer sobre sus raíces.
Llego a un río
de apaciguadas aguas
donde sumerjo mis pies,
y me dejo llevar
a través de los sentidos,
para viajar a lugares
tan extraños como enigmáticos,
donde a menudo os suelo encontrar:
tan cerca y tan lejos de mí.